martes, diciembre 16, 2008

Market place

Qué alucinante es la memoria olfativa. Llegas a la plaza dl mercado, y d repente 2 lagrimones como manzanas d grandes ruedan x tus mejillas. Xq huele igual! Y recuerdas cuando tenías q ir d puesto en puesto, preguntando. Cuando tenías q contar los puestecillos q había en cada mercadillo. Cuando una d esas preciosas casitas semi-detached era en la q vivías. Con esa gente maravillosa q hablaba tan bien como esa gente desconocida con la q te cruzas ahora x la calle.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Everywhere you goooooo, you always take the project with youuu... :_)

Anónimo dijo...

Y la grabadora que nunca funcionaba...
snif, snif.

Clara :)

Martuki dijo...

La grabadora? Querrás decir el dinosaurio!!! Nunca olvidaré aquel cacharro, sobre todo xq nunca NUNCA vi una grabadora más grande q esa. Éramos felices, a q si!

Anónimo dijo...

No insultes La Grabadora! Tenía carácter, tenía estilo... tenía peso. Ah! y no grababa.

Creo que debe andar todavía por algún rincón de mi casa.

Qué tiempos... y ahora me han entrado ganas de Kendall Mint Cake. :)

Clara

Martuki dijo...

Si, debe andar x el trastero dentro d aquella maleta a la q todos TODOS los años se le rompía el asa, jajaja. Pero eso nunca NUNCA significaba su fin... Jo, lo q mola acordarse d cosas míticas. Te quiero, rubia!